Planta baja
Planta baja y vestíbulo
En esta casa, el vestíbulo es pequeño y se funde con la escalera y casi también con el patio interior continuo. Lo primero que llama la atención es el techo: son bóvedas de luneto, propias del movimiento estético conocido como barroco. Otro elemento llamativo es la columna dórica, originaria de la antigua grecia, adoptada por los romanos.
Esta columna dejó de estar de moda varios siglos hasta que en el XVIII, el neoclasicismo volvió a recuperarla y a ponerla de nuevo de moda. Sin embargo, mientras que las columnas dóricas grecorromanas estaban hechas en mármol, esta está hecha de arenisca, material propio de la zona (geológicamente, aquí vivimos sobre arenisca).
Resulta también curiosa la solución para el hueco de la escalera, con dos trazados en forma de arco un tanto irregular y un elemento de remate en la unión de los dos trazados. La ventana, para iluminar el espacio (recordemos que no había luz eléctrica, ni de gas) está situada muy cerca del muro. La decoración arquitectónica bajo la escalera se remata con un arco de medio punto. En esta zona encontramos el piano, el abanico enmarcado, el brasero y el velador.
Planta baja y patio interior
El patio interior es originario de las casas griegas y luego romanas. Es un elemento tradicional de la arquitectura, y tenía varias funciones: permite que entre la luz y el aire al interior de la casa; también era un lugar para realizar pequeñas tareas al aire libre y con más luz, como coser. El suelo del patio es original, losa de Tarifa, y todo el resto del suelo de la casa estaba construido con la misma piedra. No existía el corte o escalón entre el vestíbulo y el patio. Observamos otra columna dórica, esta es algo más alta, pero llama la atención que su material es cemento. Probablemente está reconstruida. La piedra redonda que está en el centro del patio puede que formara parte de un pozo que había en el patio del sótano de la casa.